Cava un pozo y fórralo con una lámina de plástico de polietileno negra. Coloca un balde de recolección en el centro del pozo, y luego llena el pozo con agua de mar.
Asegúrate de que el nivel del agua esté por debajo del borde del balde de recolección, así el balde atrapa toda el agua condensada en lugar de llenarse con agua sucia.
Cubre el pozo entero con una lámina de plástico de polietileno transparente, y coloca una pequeña roca encima del plástico, sobre la ubicación del balde de recolección.
Esta roca actuará como punto de enfoque para el agua condensada sobre la capa superior de plástico que corre junto a la roca y entra en el balde. Has construido exitosamente la unidad de desalinización termal.
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